miércoles, 25 de abril de 2012

Manuel Machado, aliadófilo

CRÓNICAS DESDE PARIS POR MANUEL MACHADO, ALIADÓFILO
Muy unido personal y creativamente a su célebre hermano Antonio,  Manuel Machado (1874-1947) con quien colaboró exitosamente como comediógrafo,  tuvo su etapa parisina de bohemia literaria aunque evolucionó después a posturas más conservadoras.
Muy crítico con la neutralidad española en el conflicto,los comentarios sobre la 1ªGM ocupan cada vez mayor espacio en su sección de El Liberal, donde escribiría también las crónicas de la inmediata posguerra como corresponsal en París durante dos meses.
 Su hermano Antonio le decía a Unamuno en una carta fechada en enero de 1915: “Nuestra neutralidad hoy consiste, como me dice Manuel en carta que hoy me escribe, en no saber nada, en no querer nada, en no entender nada”.
Un estudio de  la Universidad de Jaen, recientemente publicado,   revela algunos interesantes datos de su biografía que lo relacionan con el contexto histórico y literario de la Gran Guerra en Francia.
Varios de los poemas que escribe durante los años de la guerra también hacen referencia al conflicto. Especiales connotaciones de solidaridad fraterna tiene este soneto:
Francia
Si, a veces, como niños, vinimos a las manos
-Rudyard Kipling lo dice, sincero como un niño-,
en la ingenua pelea se acrisoló el cariño,
¡y la sangre era una, porque somos hermanos!



Hermanos en la sangre y en el alma latina,
Alegría del mundo, serena, clara y fuerte,
Que adora sobre todo la Belleza, y camina
Al ideal, burlando, con gracia, de la muerte.



Vuestra gloria y la nuestra la misma historia narra…
Cuanto es para vosotros bello y noble y gallardo,
Gallardo y noble y bello para nosotros



Es vuestro y nuestro el Grande Enrique de Navarra,
Y el sin miedo y sin tacha caballero Bayardo
No sabemos si era español o francés.

viernes, 13 de abril de 2012

Senderos de Gloria (1957)



      El pasado trimestre vimos en clase  Senderos de Gloria, del gran maestro Kubrick, una feroz crítica contra el ejército y quienes toman las decisiones políticas en tiempos de guerra. Es lo que los cinéfilos consideran una película de culto. Y no es para menos. 
Inspirada en hechos reales, estuvo prohibida en varios países por su feroz antimilitarismo, en España no se estrenó hasta 1986...

 

jueves, 12 de abril de 2012

Maravilla de la guerra

El poeta Apollinaire, soldado del 38º regimiento de artillería de campaña en Nîmes hasta 1915, fecha en la que fue herido por un obús y hubo de sufrir una trepanación.

Los versos llenos de tenura y humor de sus inicios dejan paso al sarcasmo, la amargura y la desesperanza pero al mismo tiempo la sensibilidad del poeta es capaz de transmutarse y encontrar belleza entre el horro cuando escribe...
Maravilla de la guerra

Qué bellos son esos cohetes que iluminan la noche
Montan sobre su cabeza y se inclinan a ver
Son damas que danzan llevando sus miradas
A modo de ojos brazos y corazones

He reconocido tu sonrisa y tu vivacidad

Es también la apoteosis cotidiana de mis Berenices
cuyas cabelleras se han transformado todas en cometas
Esas doradas danzarionas pertenecen a todos los
tiempos y las razas
Paren bruscamnete niños que tiene el tiempo
justo de morir.

Qué bellos son todos esos cohetes
Pero sería mucho más bello si aún hubiera más
Si hubiera millones que adquirieran un sentido
completo y realtivo como las letras de un libro
Tan bello como si la vida misma surgiera de los
moribundos

Pero sería todavía más bello si aún hubiera más
Mientras los contemplo como a una belleza que
se ofrece y en seguida se escpa
Me parece asistir a un gran festín iluminado a giorno
Es un banquete que se ofrece la tierra
Tiene hambre y sus grandes bocas pálidas abre
La tierra tiene hambre y he aquí un festín de
Baltasar caníbal
Quién hubiera dicho que pudiérammos ser tan antropófagos
Y que era necesario tanto fuego para cocer el
cuerpo humano
He ahí por qué el aire tiene un gustito empireumático
que a fe mía no es desagradable
Pero el festín aún sería más bello si el cielo
comiera con la tierra
No traga más que almas
Que es una manera de no alimentarse
Y se contenta jugueteando con fuegos versicolores

Pero en la dulzura de esta guerra he corrido
con mi compañía por extensos túneles
Algunos gritos de llamas anuncian sin cesar mi
presencia
He surcado el lecho donde me deslizo desdoblándome
en mil pequeños ríos que van a todas partes
o más bien comienzo estar en todas partes
Soy yo quien empieza esta cosa de los siglos
venideros
Llevará más comprenderla que a la fábula de Ícaro
volante

Lego al porvenir la historia de Guillaume Apollinaire
Que fue a la guerra y supo estar en todas partes
En las felices ciudades de la retaguardia
En todo el resto del universo
En los que mueren pataleando entre las alambradas
En las mujeres en los cañones en los caballos
En el cénit en el nadir en los cuatro puntos cardinales
Y en el ardor impar de esta vigilia de armas
Y sin duda sería mucho más bello
Si pudiera suponer que todas esas cosas en las
cuales estoy en todas partes
Pueden ocuparme también
Pero en ese sentido no hay nada que hacer
Porque si en esta hora estoy en todas partes en mí
no hay más que yo



jueves, 5 de abril de 2012

Un reportero llamado Valle-Inclán

Cuaderno de Francia es el título del diario que Valle redactó durante su estancia en la frontera franco-alemana entre octubre y diciembre de 1916, como corresponsal acreditado por Prensa Latina. El reportero Valle Inclán publicaba en Los lunes de  El Imparcial las crónicas de guerra que posteriormente modifica para convertirlas  en  dos obras literarias, la primera de ellas, editada en 1917, La media noche, publicada  en sus Obras Completas, y una segunda olvidada, En la luz del día , que verá la luz por primera vez en septiembre de este mismo año 2012.
Como la mayoría de intelectuales de la época, al estallar el conflicto de la IGM se posicionó con  los aliados, aunque gran parte de los carlistas como él eran germanófilos . En un artículo publicado en España escribió: “Debiéramos entrar en guerra junto a los aliados y pedir una compensación en el Mediterráneo Oriental para que el grito de Lepanto sea algo más que un eco sonoro; pero los políticos españoles no saben a punto fijo hacia donde cae Constantinopla”.


 En su diario de guerra Valle escribe sus impresiones del frente:

“Motivo: la frase de un moribundo al confesor. ¿No es verdad, padre, que mi regimiento se ha batido bien?”.
Y en otra página: “Motivo: En Verdún- entre las trincheras alemanas y las francesas, queda un barranco. El barranco, desde las primeras ofensivas, está lleno de cadáveres”

El escritor   recorre las trincheras aliadas,  las ciudades bombardeadas y  los hospitales de la retaguardia;  conoce a altos mandos del Estado Mayor francés y es testigo  del horror, la destrucción y la muerte de una guerra distinta a todas las que le precedieron. Pero la vivencia que más hondamente caló en él  fue un vuelo sobre los campos de batalla, que relataría, entre otros, a su amigo Tanis -Estanislao Pérez Artime- en carta fechada el 3 de junio de 1916:

 Yo he volado sobre las trincheras alemanas, y jamás he sentido una impresión que iguale a ésta en fuerza y belleza

Aquel vuelo, tuvo consecuencias estéticas indudables. Según  confiesa a Corpus Barga, acompañante en este viaje:" Será el punto de vista de mi novela, La visión estelar ". A partir de ella escribe La Media Noche. Visión estelar de un momento de guerra (1917). Este importante hallazgo comporta el protagonismo múltiple, la reducción y la simultaneidad temporal, la multiplicidad de focos espaciales y el fragmentarismo constructivo. Estas implicaciones técnicas determinan la modernidad de este texto y de la novelística posterior, Tirano Banderas y la serie de El Ruedo Ibérico, las obras que sitúan a Valle-Inclán entre los innovadores de la novela contemporánea y lo adscriben de pleno derecho a la modernidad.