Un joven combatiente de la Gran Guerra se encuentra en un hospital, confinado de por vida, ciego, sordomudo y con las piernas y los brazos amputados a causa de una explosión sucedida durante un bombardeo, pero conserva toda su lucidez y su mente está intacta. Encuentra el modo de comunicarse con el mundo y de forma estremecedora conocemos sus pensamientos.´
Antes de los títulos de crédito aparece el verso de Horacio, que el poeta británico Owen popularizó en la época, "Dulce et decorum est pro patria mori", pero Johnny pone el contrapunto esencial y nos hace saber que "(...) soy el último hombre del mundo que se alistó en el ejército pensando que el ejército hacía hombres"
No hay comentarios:
Publicar un comentario